Las flappers fueron aquellas mujeres pioneras en el siglo XX, que revolucionaron el concepto de lo femenino.
"Una mujer joven, que mostraba desdén hacia las normas convencionales de etiqueta y comportamiento."
El estilo de vida surgió después de la primera guerra mundial, cuando a las mujeres no les parecía suficiente conformarse con lo que hasta ese entonces se consideraba “normal” en una chica joven. Las mujeres habían cobrado mayor importancia social al cubrir empleos durante la guerra, y ahora luchaban por conservar derechos que sólo las mentalidades del siglo anterior podían negarles
Se les distinguía por su alegre liberalidad para bailar, beber, fumar, usar maquillaje en abundancia, y ser amantes de las películas. Casi todas tenían el cabello corto, con un peinado ligeramente curvo, salían frecuentemente en citas con hombres, y se rehusaban a usar el corsé (que en la década de 1910 continuaba siendo la norma social).
Tienen sus orígenes en un período de liberalismo social, turbulencias políticas y aumento de los intercambios culturales transatlánticos que siguió al final de la Primera Guerra Mundial.
Todo ello contribuyó a un gran cambio en la moda, sus trajes se vuelven sencillos para poder ir a trabajar y caminar rápido. La moda ya no la dictaba la aristocracia sino las actrices de las películas de cine y los artistas, pintores, escritores, que buscaban nuevas formas.
Además de su irreverente comportamiento, las flappers son conocidas por su estilo a la hora de vestir, que en gran medida surgió como resultado de los estilos musicales de jazz y la divulgación del baile que las acompañaban.
Se popularizo un corte de pelo simétrico llamado bob cut, donde el flequillo es recto cayendo por encima de las cejas, y el largo puede tener una longitud cortado desde la altura de las mejillas o hasta los hombros, reduciéndose en la nuca de forma diagonal. Fue sustituido más tarde por el corte Shingle bob ("corte tablilla") o Eton crop. El primero se introdujo en 1924, más corto y sin flequillo, generalmente muy engominado para pegarlo lo máximo posible a la cabeza. El segundo, acreditado a Joséphine Baker, es reconocido por ser liso por la raíz y a la altura de las orejas lleno de rizos, muy popular en la década de los 20' porque era ideal para llevar con sombreros Cloche.
Los sombreros Cloche eran de copa hemisférica, cuerpo cilíndrico y pequeña ala recta con pliegue a un lado, estaba realizado por el entrecruzamiento de cintas de seda. Era más sencillo, práctico y permitía libertad a la hora de caminar.
El fieltro era el material más usado ya que era el que mejor se adaptaba a la horma. Para el verano, los cloches se hacían de paja. Sombreros que podían pintarse para un mejor resultado
Lejos de lo que se cree comúnmente, las flappers no acabaron con los corsés, sino que los "mejoraron" a sus "necesidades" estéticas. Irónicamente, a pesar de su imagen provocadora, en vez de llevar los corsés para resaltar las curvas, reducir cintura, y marcar busto y cadera como se hacía hasta los años 20, las flappers usaban los corsés para moldear una figura sin formas, reduciendo pechos y caderas, dando una imagen más infantil, frágil y de efebo, que al mismo tiempo recordaba el aire varonil.
El corsé, que solía llegarles hasta el comienzo de la pierna, llevaba liguero para sujetar las medias de seda negra o blanca.
Las flappers llevaban (por encima de dichos corsés o a veces sin nada por debajo) vestidos vaporosos y con amplios escotes, dejando al descubierto los brazos, generalmente con cinturones colgando de la cintura para acentuar levemente el cuerpo menudo y esbelto entre las holgadas prendas. Las faldas tenían el corte justo por debajo de las rodillas hasta 1927, permitiendo un elegante y provocador vuelo que dejaba ver las rodillas considerablemente cuando una flapper bailaba o caminaba. Las flappers solían maquillarse las rodillas para que resaltasen cuando se mostrasen fugazmente en los movimientos de la falda.
Los accesorios se convirtieron en una parte muy importante del vestir. Por lo general consistía en piezas de joyas de Art Deco, con muchas capas de collares de perlas. Los guantes largos, los bolsos para la calle, sombreros, estolas de pelo, anillos, broches y zapatos con tacones imposibles son complementos que no podían faltar en una flapper.
Ésta era la forma de destacar y conseguir que los pocos hombres que quedaban en la ciudad tras la Primera Guerra Mundial se fijasen en ellas, era la manera de llamar su atención y conquistarlos prometiéndoles belleza indómita, sexo apasionado e inteligencia a la altura del hombre.
Pero tal vez, lo más escandaloso de las flappers, era el evidente uso de maquillaje, anteriormente limitado a las actrices y prostitutas. Las flappers palidecían la piel con polvos de talco, resaltaban los labios con rojo carmín y los ojos con delineador negro. Todo esto se alentaba con el desarrollo de un estilo de baile mezcla del charlestón, el Shimmy, el Bunny Hug y el Black Bottom.
Aunque al principio de la década de los 20 las flappers lucían una piel blanca como la nieve, el bronceado en la piel se volvería cada vez más popular entre estas mujeres después de que Coco Chanel, una revolucionaria diseñadora de modas y creadora de perfumes francesa, tras pasar demasiado tiempo al sol de vacaciones se pusiera muy morena.
Coco comentó que el moreno sugería "una vida de ocio, de arena y playa, sin la onerosa necesidad de trabajar en fábricas y tiendas donde nunca da el sol", rompiendo con el estereotipo de que el moreno en la piel representaba trabajo en el campo y la palidez buena vida.
Las mujeres ahora dejaban de lado las sombrillas con las que taparse de sol e intentaban pasar el máximo tiempo posible bronceando sus pieles en playas y solares.
Poco a poco, lo que empezó considerándose como un comportamiento “descarado” y “loco” fue subiendo peldaños e instaurándose con solidez en la sociedad femenina Americana de Postguerra.
Se convirtieron en el centro de atención y el eje principal del mundo de la moda, y cada vez más, mujeres de todas las edades iban acuñando este estilo de vestir. La moda llegaba a todo el mundo de forma muy rápida Pero esta nueva forma de vida y pensamiento de “ Los alegres 20’s” acabó con el Crack de la Bolsa y la Gran depresión de 1929 que hizo resurgir el conservadurismo.
Aún así estas mujeres abrieron una brecha bien grande en la historia femenina. y contribuyeron en la gestación de la que hoy en día es la mujer actual.